Hoy, 2 de abril, se celebra el Día Mundial del Autismo, un trastorno presente en 1 de cada 100 nacimientos, según datos de Autismo Europa. Según estos datos, en España habría entorno a 450.000 personas con trastorno del espectro autista (TEA).
No obstante, se ha demostrado que la impresión 3D y otras aplicaciones tecnológicas son claves para mejorar la calidad de vida de las personas con autismo. En el caso de la impresión 3D, puede usarse tanto para la creación de dispositivos adaptados a las necesidades de cada persona hasta la construcción de infraestructuras o material didáctico.
Desde Republic Of Printers, hacemos un repaso por algunas de las aplicaciones de la impresión 3D para las personas con autismo.
Fabricación de herramientas didácticas y funcionales
Uno de las principales ventajas de la impresión 3D es la alta capacidad de personalización de los objetos fabricados. Esto permite adaptarse a cada caso concreto, pudiendo ofrecer soluciones concretas para cada caso.
De esta manera, se pueden construir desde materiales didácticos que potencien las capacidades o mejoren la autonomía y seguridad de las personas con autismo desde pictogramas, dados o paneles de protección para teclados.
Centro de día construido con impresión 3D en Segovia
Autismo Segovia, en colaboración con ENISA y Fundación ONCE, esta aprovechando las ventajas que ofrece la fabricación aditiva para la construcción de un centro de día adaptado a las necesidades de las personas con autismo.
Una iniciativa pionera que no solo permite un mayor grado de personalización y adaptación a cada persona con autismo, sino que es un método más respetuoso con el medio ambiente. De esta manera, se podrá mejorar la autonomía social y personal de las personas con autismo.
Aplicaciones prácticas: el caso de Baymax
En 2020, egresados de la Universidad Continental de Lima crearon Baymax, un robot que permitía interactuar con los niños para que potenciar su desarrollo cognitivo y mejorar los procesos de aprendizaje de habilidades sociales.
Larry Gamboa, Kevin Lazo y Josué Sánchez, propulsores del proyecto, decidieron utilizar una impresora 3D para crear este robot interactivo. Actualmente, hay más proyectos similares que han surgido como una alternativa para la mejora de la educación de las personas con autismo.

Como puedes observar, estos son algunos de los ejemplos de que la impresión 3D puede ayudar en campos tan variados como el desarrollo o la mejora de la calidad de vida de personas con autismo.